La verdad es que Roma es un museo viviente, a cada paso te encontrás con increíbles monumentos, pedazos de historia respirando presente y unos cuantos restos asomandose bajo nuevos emprendimientos que han quedado detenidos. Todos los romanos conocen un poco de la historia y casi cualquiera puede contarte un pedacito de las historia. A cada paso nos vamos enterando como se fue armando este continente y como fue creciendo nuestro legado.
Cuando uno viene desde argentina, al tener tanta descendencia Italiana, uno espera encontrarse con gente muy amable, feliz y pasional, sentirse como en casa solemos decir en Argentina. Y la verdad es que nos encontramos con la mitad de esto. Acá la gente no es amable, ni feliz. Están cansados de los turistas y no tratan bien a nadie, no le ponen un poquito de buena onda a menos que estén tramando sacarte algún centavo. Y muy felices tampoco pueden estar porque en la vos de cada italiano se puede escuchar sobre la crisis, el país no esta bien con las presiones de la Unión Europea y con lo que Berlusconi les dejó. Eso si! Son muy pasionales, tienen mucha pasión para manejar y en esos pequeños callejones y callecitas suelen parase al acelerador cual película de James Bond, lo mismo para autos, motos, bicis y policías... Ante cualquier confusión de los puede escuchar moviendo los brazos y gritando, reclamando, quejándose hasta conseguir lo que necesitan. Al fin.. Creo que la mezcla Argentina es mucho mejor.
Tuvimos oportunidad de probar las famosas pizzas Italianas o Romanas al menos. Al ser ellos los inventores nos esperábamos encontrar con la mejor de las pizzas, pero fue bastante descepcionante, no tienen mucho relleno, sabor y además son muy finitas.
Los famosos Panninis lo podés encontrar por todos lados en pequeños restaurantes al paso y salir caminando con uno calentito, son muy buenos y es probable que puedas elegir con que rellenarlos.
Bueno, esto es mas o menos lo que me quedó de la su gente y de como vive la ciudad...
Cuando uno viene desde argentina, al tener tanta descendencia Italiana, uno espera encontrarse con gente muy amable, feliz y pasional, sentirse como en casa solemos decir en Argentina. Y la verdad es que nos encontramos con la mitad de esto. Acá la gente no es amable, ni feliz. Están cansados de los turistas y no tratan bien a nadie, no le ponen un poquito de buena onda a menos que estén tramando sacarte algún centavo. Y muy felices tampoco pueden estar porque en la vos de cada italiano se puede escuchar sobre la crisis, el país no esta bien con las presiones de la Unión Europea y con lo que Berlusconi les dejó. Eso si! Son muy pasionales, tienen mucha pasión para manejar y en esos pequeños callejones y callecitas suelen parase al acelerador cual película de James Bond, lo mismo para autos, motos, bicis y policías... Ante cualquier confusión de los puede escuchar moviendo los brazos y gritando, reclamando, quejándose hasta conseguir lo que necesitan. Al fin.. Creo que la mezcla Argentina es mucho mejor.
Tuvimos oportunidad de probar las famosas pizzas Italianas o Romanas al menos. Al ser ellos los inventores nos esperábamos encontrar con la mejor de las pizzas, pero fue bastante descepcionante, no tienen mucho relleno, sabor y además son muy finitas.
Los famosos Panninis lo podés encontrar por todos lados en pequeños restaurantes al paso y salir caminando con uno calentito, son muy buenos y es probable que puedas elegir con que rellenarlos.
Bueno, esto es mas o menos lo que me quedó de la su gente y de como vive la ciudad...
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