
Tan solo llegar a este lugar el ambiente es diferente, la
gente es respetuosa, amable y feliz, los edificios son pintorescos y los
canales y puentes coronan una panorámica increíble.
Si bien en lo primero que uno piensa cuando se escucha
Ámsterdam, es en lo que los locales llaman las dos P, prostitución y porros; la
realidad es que la ciudad tiene mucho más para dar, aunque si es verdad que
estos dos elementos están bastante presentes en todo momento.
Por empezar y para tener idea de lo principal de la ciudad,
nos fuimos al punto de encuentro del Free Tour de Sandeman en la plaza DAM, la
principal de esta ciudad.
Allí nuestro guía Albert, un español realmente apasionado
por esta ciudad, nos llevó a recorrer y a conocer los principales lugares,
costumbres y mitos de esta ciudad.


Nuevamente Albert nos iba a guiar por estas calles y
pasajes, explicándonos el por qué de este sistema, por qué tantas vidrieras con
mujeres en bikini, por qué tantos lugares donde se puede comprar marihuana
libremente, y como es el sistema que protege a estas personas que trabajan en
este sector de la ciudad.
Nos contó que lo que intenta este sistema es proteger a las
trabajadoras, ya que ellas están inscriptas como monotributistas, pagan
impuestos y tienen las habilitaciones correspondientes, entonces el estado debe
protegerlas. Tienen en sus cabinas también un botón de pánico, que al ser
presionado dos veces, comienza a sonar una alarma y se activan los sistemas de
seguridad.
La verdad que la mentalidad de los habitantes y gobernantes
de esta ciudad sorprende tanto o más que su arquitectura o canales.
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