jueves, 26 de marzo de 2015

Berlin, primera parte

Llegamos a Berlín, después de haber viajado en uno de los ómnibus más lujosos que hayamos tomado. Wi Fi, pantalla táctil individual, café a bordo y hasta la opción de comprar alguna gaseosa.

La ciudad nos encontró fría y lluviosa por lo que solo tuvimos tiempo de ir hasta el hotel. Al otro día habíamos decidido ir al Free tour de Sandeman, una constante para las ciudades que nos quedan de ahora en adelante.
Si bien el hotel estaba bastante alejado del centro de la ciudad, el sistema de transporte es muy bueno, y en unos 20 minutos en el metro, estábamos en la central Alexander.
En este lugar se ubica uno de los iconos modernos de Berlín, la torre de televisión; y también de una gran cantidad de locales de comida, shoppings y tiendas de souvenirs.

En el punto de encuentro nos juntamos con varios argentinos, con los que estuvimos charlando y continuamos el resto de las excursiones. Y no solo argentinos, sino también latinoamericanos nos juntamos para realizar las excursiones por Berlín.

El tour consistió en una vuelta por los principales lugares históricos del centro de la ciudad. Comenzando por la puerta de Brandemburgo, imponente monumento, patrimonio no solo de los berlineses sino de todos los alemanes; símbolo de victoria de su nación.
Luego continuamos por el lado soviético, y llegamos al memorial a los judíos que perecieron en la Segunda Guerra Mundial. El mismo es bastante particular, inspirado en el cementerio judío de Praga, donde las lapidas se encuentran un tanto superpuestas y a distintas alturas. Al pasar por el interior, sobre todo de noche, se puede sentir un poco esa opresión que es lo el artista intentó representar.
Continuamos por el museo “Topografía del terror”, lugar donde se encuentra parte del muro en su posición original y una gran cantidad de material multimedia sobre el período que va desde 1933 a 1945.

Luego el recorrido continuó por otros puntos significativos como “Checkpoint Charlie”, lugar de uno de los eventos con más tensión durante la Guerra Fría, también la facultad Humboldt, vimos también el parlamento, la catedral de Berlin (protestante), y una gran cantidad de edificios en construcción. Cabe aclarar que esta ciudad está actualmente en reconstrucción ya que fue completamente destruida durante las guerras, luego parcialmente recuperada durante el comunismo, y finalmente después de la caída del muro comenzó su reconstrucción final.

Ya por la tarde fuimos a la East Side Gallery, que es donde se encuentra cerca de un kilómetro y medio de muro, y es reconocido por la cantidad de graffitis en ambos lados.
A la noche tuve la oportunidad de reencontrarme con un amigo del barrio que desde hace un buen tiempo no nos veíamos ya que el se había venido a vivir a Berlin. Con el Agus Perez, su novia Connie, Facu, Sofi y Pachi tomamos algo, comimos unas papas fritas y la pasamos muy bien un buen rato.

Para el siguiente día nos esperaba un capitulo para nada feliz de nuestro viaje, pero como dijo nuestra guía del tour: “Todos deberían visitar al menos una vez en su vida un campo de concentración”. Por lo que siguiendo esta premisa, Sachenshousen nos esperaba.


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