Emprendimos nuestro viaje hacia Budapest, y fue un poco más trabado de lo que hubiéramos esperado. Por empezar compramos un ticket "directo" desde Zagreb, pero a mitad de camino el inspector nos dijo que nos teníamos que bajar y subir a otro tren, de ese tren llegamos a un punto que nos hicieron subir a unos ómnibus un par de kilómetros (sospechamos que había arreglos en la vía) y de ahí a un último tren que nos dejó a las afueras de Budapest. Tuvimos que tomar una clase rápida de transporte público, y con un poco de suerte llegamos al centro en un rato. Todo esto acompañado de dos japonesas que hablaban poco y nada de ingles, pero que habían entendido que íbamos para el mismo lado y nos seguían incondicionalmente.
Budapest son en realidad dos ciudades divididas por el Danubio, Buda en el lado occidental, Pest (Peshhht se dice) al otro lado. Pest es el lado más grande, más movido, muchos hoteles y hostels, también gran cantidad de bares y restaurants. Del lado de Buda hay un poco más de historia y montañas. De ambos lados hay palacios e iglesias.
Esta ciudad ha sido destruida y reconstruida en numerosas ocasiones, ya que ha sufrido varias invaciones, dos guerras mundiales y también la ocupación de la Rusia comunista. Por ejemplo el emblemático puente fue destruido completamente por Hitler durante su ocupación para evitar el paso de las tropas enemigas. Luego fue reconstruido respetando el diseño original.
Otra curiosidad de la ciudad, es que la basílica de San Esteban tiene 96 metros de altos, exactamente igual a la altura del parlamento (otro tremendo edificio). Esto es más que simbólico, ya que ponía al poder político y al poder religioso a la misma altura. Cabe destacar que en esta ciudad esta prohibido construir por encima de esa altura, por lo que en una vista panorámica, destacan claramente estas dos edificaciones.
Tuvimos oportunidad de visitar la llamada "Casa del Terror", edificación que ocupó un siniestro papel en dos épocas oscuras de esta ciudad: durante la segunda guerra mundial, y durante la ocupación de la Rusa comunista. En ambas ocasiones este lugar, ubicado en la avenida mas linda y grande de la ciudad, fue sede de quienes estaban al mando en estas épocas. En este lugar se realizaron detenciones, torturas y asesinatos. Hoy convertida no solo en museo sino también en un recordatorio y memorial a las víctimas.
También realizamos dos de los múltiples Free tours que hay disponibles, estos son tours gratuitos con guías locales y al final del mismo les das una colaboración o propina. En nuestro caso tomamos uno en ingles y uno en español, los dos estuvieron geniales. También visitamos un curioso lugar llamado "Miniversum", donde había 300 metros cuadrados cubiertos con maquetas y trenes en miniatura, representando Hungría, Vienna y Alemania. La verdad que estuvo muy bueno también.
La verdad que es una ciudad a la que nos hubiera gustado poder dedicarle al menos una semana ya que tiene innumerables lugares para visitar. Eso si, nos dimos el tiempo para pasar por un spa de aguas termales, el más grande de Europa que se encuentra en el parque Municipal de Budapest. Una linda experiencia, ya que tiene unas 15 piletas a distintas temperaturas, y algunas de ellas al aire libre.
Hasta tuvimos la "suerte" de interactuar con unos policías en la estación de trenes que nos detuvieron y nos pidieron el pasaporte. Para peor no teníamos esa documentación encima, pero por suerte se conformaron con ver nuestro DNI argentino y nos dejaron seguir.
Para destacar de este lugar, su transporte público impecable y eficaz, su gente amable y muy patriota, y su capacidad de sobreponerse a épocas históricas muy adversas.
Recomendación al viajero: Es importante cambiar Euros por la moneda local en los puestos fijos de cambio, el cambio esta 300 Forints a 1 Euro aproximadamente, ya que si vas con Euros directamente a comprar te lo toman mucho mas bajo.
Foto con el grupo de FreeTours
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