martes, 14 de abril de 2015

Londres, histórica, Londres, moderna.



Decidimos que la mejor manera de llegar a la capital de Inglaterra era tomar un ómnibus, que se subía a un ferry y después continuaba ya en la isla. Si bien el viaje fue un poco traumático ya que el transporte demoró cinco horas más de lo previsto en llegar, y nuestro paso por inmigraciones del Reino Unido no fue lo más agradable que nos pasó, finalmente pisábamos tierra Inglesa.
Lo mejor de nuestra estancia en esta ciudad, fue que contra todo pronóstico y predicción, tuvimos tres días prácticamente enteros de sol, algo casi impensado por estos lugares.
Aprovechando el tiempo agradable, decidimos hacer el free walking tour de Sandeman, que fue una constante en casi todas las ciudades que visitamos. Tuvimos la oportunidad de conocer toda la parte vieja de la ciudad, la antigua Londinum. Paseamos por Westmister, por la Trafalgar Square, por calles tradicionales, como aquella en la que se encuentra el club de caballeros, donde Julio Verne imaginó a su Phileas Fogg y su vuelta al mundo en 80 días. Ingresamos a la ciudad de Londres propiamente dicha, que es una especie de paraíso fiscal con normas y legislaciones propias, y con comercios un tanto extraños como uno que vende yates, y otro que vende viajes al espacio, de más está decir que solo apto para bolsillos más que abultados.

En medio de la visita guiada tuvimos la oportunidad de ver el final del famoso cambio de guardia del palacio de Buckingham, y que también tendríamos la oportunidad de verlo completo el día siguiente.
Y para finalizar el tour de la mañana, terminamos en el mítico Big Ben y el Parlamento.

Por la tarde realizamos un segundo tour que complementaba al primero, en esta ocasión conocimos la famosa torre de Londres, también el imponente Tower Bridge. Luego pudimos adentrarnos por algunas calles en la que no transitan muchos turistas, y conocimos la Iglesia de los Caballeros Templarios, donde comenzó y se afianzó esta orden. Conocimos un poco de las historias y leyendas que rodean este lugar, y que necesitaría varias páginas para poder escribir.

Ya por nuestra cuenta llegamos a lugares como Picadilly Circus, Covent Garden y Notting Hill. En este último lugar, después de algún omnibus y un poco de caminata pudimos llegar a la famosa Abbey Road, donde los Beatles grababan, y donde inmortalizaron esa senda peatonal en la portada de uno de sus albums.

Un día entero hubo que dedicarle al British Museum, y por mi parte le dedico un párrafo aparte. Este lugar de acceso gratuito es una muestra de la cultura universal, de todos los tiempos y de prácticamente todas las latitudes. Muy interesante de conocer, de ver, y de aprender; pero es absolutamente imposible abstraerse del hecho de que todo esto fue robado y sacado de los lugares originales, fue quitado de las manos de sus dueños originales. Es la colección más increíble y aberrante de objetos de otras culturas. Como para citar algunos, los frisos del Partenon, infinidad de sarcófagos, esculturas asirias, romanas y de alguna otra civilización que se cruzó por el medio.

No puedo dejar de mencionar un hecho un tanto particular que aconteció en esta ciudad. Un amigo de Córdoba se encuentra viviendo en Londres, pero por algunos inconvenientes de logística no pudimos arreglar para vernos, ya resignado a que no lo iba a poder encontrar nos fuimos a ver el estadio del Arsenal, a caminar por Notting Hill y a comprar algún souvenir. De repente cruzo una calle casi corriendo porque el semáforo cambió, y del otro lado un desconocido me agarra del brazo, y al girarme me doy cuenta que el destino me había jugado una buena pasada. Ahí estaba Hernán, si, aquel que conocía de Córdoba y ahora vive en una ciudad de 12 millones de habitantes, y al que por casualidades que uno no puede explicar, me lo crucé en una esquina allá del otro lado del charco.

Nos tocaba despedirnos de esta increíble ciudad, que conjuga historia y actualidad, grandes palacios y unos cuantos rascacielos. De acá nos íbamos a París, y a encarar el último tramo de viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario