miércoles, 20 de mayo de 2015

Barcelona, lo mejor para el último...


No alcanzan las palabras para hablar de Barcelona, no alcanzan las imágenes, ni siquiera los videos para explicar Barcelona, realmente es necesario estar ahí para entender de que estoy hablando. Aún así voy a hacer mi mejor esfuerzo para poder transmitir mi experiencia en esta increíble ciudad.
Barcelona tiene todo lo que una ciudad del mundo podría querer: sol, montañas, mar, el mejor equipo de fútbol del mundo, la iglesia más linda, y la industria necesaria para mantenerse funcionando prácticamente sola e independiente.


Si bien es "saber popular" que los catalanes son personas muy especiales, no tuve la oportunidad de conocer ninguno que nos haya tratado de mala forma, por lo que no hubo absolutamente nada que poner en la lista de contras de este lugar.


La rosa de fuego, como se la conoció tristemente a esta ciudad debido a la cantidad de bombardeos y explosiones que ocurrían casi a diario en cierta época de la historia, conserva en cada esquina, cada baldosa y cada lampara alguna influencia modernista.
Basta caminar por el Passeig de Gracia alejándose de la Plaza Catalunya para poder apreciar las obras de Gaudí, también de otros arquitectos contemporáneos que competían por ver quien marcaba más tendencia o dejaba mejores construcciones.


Claramente la joya de esta ciudad es la Sagrada Familia, ópera prima de Antoni Gaudí, que aún se encuentra en construcción. Respecto a este edificio que había tenido oportunidad de conocer en el 2006 y lugar al que me había prometido volver (cuando estuviera completa) solo puedo decir que es increible. Este arquitecto humildemente se propuso mejorar el gótico, si me preguntan si lo logró? Yo creo que lo pasó por arriba.
Una vez que entras a esta construcción, te das cuenta que esta afirmación es una realidad. Las alturas de las columnas, las ramificaciones, y las decoraciones interiores, sumado a los vitreaux dan una sensación distinta a todo. Uno se siente como en un bosque de cemento, y es imposible no girar la cabeza para todos lados y que cada lugar al que se mire hay algo tan o mas impresionante que lo anterior.

Pero no todo es historia en esta ciudad. Y como ya he dicho en alguna otra publicación, la experiencia en un lugar no depende solo de lo que ese lugar tenga para ofrecer, sino que afecta el tiempo que te toque, las personas que conozcas y las actividades que realices.
Como si los astros complotaran, todo fue perfecto en Barcelona, el sol no se escondió ni un segundo, el Barcelona FC tenía un partido justo los días que estábamos por ahí, y además tuve la oportunidad de caminar por el puerto, la boquería y el Passeig de Gracia con una gran persona que tuve la oportunidad de conocer en Berlín y que las fechas de los pasajes, o el destino tal vez, hacía que justo coincidiéramos en Barcelona de nuevo.

Hablando de momentos únicos en la vida, como mencioné recien, el 
Barça jugaba contra el Almería. Y una de las cosas que siempre había querido, era asistir a uno de estos encuentros. Gracias a algunos contactos de mi primo quien vive en España hace más de una década conseguimos unas ubicaciones bastante accesibles.
Tan solo llegar a la quinta bandeja desde donde teníamos una vista increible del estadio, el corazón se empezó a acelerar. Los jugadores empezaron a salir: Alves, Mascherano, Adriano, Xavi, Pedro, Suarez y también un ser de otro planeta apareció, si... Messi.
Y de repente los ojos se me llenaron de lagrimas, y alguno dirá, pero si es solo un deporte... Pobre de aquel que diga eso y no haya tenido la oportunidad de sentir las emociones que el deporte le da al hombre.
Cómo si con tenerlos ahí jugando para mí no fuera poco, la pulga la clavo en una jugada magistral, y como para dejar en claro de que parte del mundo el fútbol es mejor, Suarez clavó dos.

La hinchada no está ni cerca de lo que es una hinchada Argentina, y en el único momento en que cantaron todos fue en el minuto 17:14 que empezaron todos juntos el grito de IN- INDA- INDEPENDENCIA! Momento en que recuerdan la derrota de las tropas catalanas a manos de Felipe V.


Se acercaba el final del viaje, no me quería ir, porque ademas de irme de un lugar donde me sentía como en casa, también significaba saludar a mis primos y no saber en cuanto voy a poder volver a verlos.
Luego de compartir algunas otras experiencias con ellos como jugar al hockey sub acuático, y tomar un helado por la rambla de Tarragona, esa aventura que había empezado hacía poco mas de 40 días llegaba a su final.
Un paso rápido por el free shop, comprar alguna que otra porquería y subir al avión que como un despertador a las 7 de la mañana nos iba a devolver a la realidad.

lunes, 4 de mayo de 2015

Hala Madrizzz!

Creo que una de las sorpresas más grandes que me llevé en el viaje sucedió en esta capital Española. Por cuestiones de la vida, o por haber trabajado para una empresa española, o por prejuicios escuchados de terceros, pensaba que los madrileños eran de alto ego, y poco amor por el projimo. También pensaba que mi paso por Madrid no iba a ser significativo. Que alegría haberme equivocado de tal manera!!

Por empezar, la cosa venía oscura... nuestra única salida (casi escapatoria) de Paris, había sido una traffic compartida conseguida en BlaBlaCar.com. Después de esperar unas 5 horas a Arthur, el viaje de la capital Francesa a Madrid duró 20 horas... si si más de un día desde que deberíamos haber salido hasta llegar.

Por suerte esta ciudad nos esperaba con algo que extrañábamos... Sol y calor. Casi una bendición, casi una premonición de los próximos tres días.

Nos recomendaron ir para el lado de la Puerta del Sol (por favor, no sean ingenuos como nosotros y no busquen una "puerta" porque no existe tal puerta del Sol). Y en camino a eso pasamos por el mercado de San Miguel. Éste, no es el típico mercado que uno se imagina donde se puede ir a comprar frutas, verduras y carnes, sino más bien es un mercado de tapas. Con muchos pequeños locales con tapas de todos los tipos, colores y sabores, donde uno se va pidiendo algo de cada lugar, y después se sienta por ahí a comer y tomar, o en alguna barra. Eso sí un poco caro, pero riquísimo.

Después fuimos a la plaza Mayor donde coordinamos nuestro Free Tour de a pie por esta gran ciudad. El mismo nos llevó por la parte antigua de Madrid, y por todos sus lugares más importantes. Tuvimos la posibilidad de conocer por fuera el Palacio Real y su parque en frente, también la recientemente terminada Catedral, la historia del Oso y el Madroño (SPOILER: Es osA), y también el corazón de Madrid, la Puerta del Sol.


Luego fuimos a la fuente Neptuno (donde el Aleti festeja sus campeonatos), y a la tan famosa Cibeles donde festeja el Real. También vimos el Palacio de Telecomunicaciones, y despues de pasar por el museo del Prado y del Reina Sofía, y frente a la famosa Puerta de Alcalá (esta  si es una puerta posta) terminamos en el Parque del Retiro. Un parque enorme y muy lindo que en su interior tiene desde un estanque artificial donde se pueden alquilar botecitos para remar, hasta un palacio enteramente de vidrio (el Palacio de Cristal, claro...)


Al otro día tuve la oportunidad de conocer el estadio Bernabeu, casa del Real Madrid, y lugar donde se encuentran todos sus trofeos, y balones de oro conseguidos por sus jugadores. Por su parte Facu fue a conocer la mítica plaza de toros "Las Ventas".
A la tarde sabíamos que los museos tenían entrada gratuita las ultimas dos horas de cada día, por lo que nos dirigimos al Prado, y luego de una vista rápida por las obras más importantes de Velazquez, de algunos Picasso que estaban a préstamo, y de algo de Goya y el Greco, nos dirigimos al Reina Sofía para poder ver el gran Guernica.

Luego de haber visitado ambos museos fuimos a Atocha, a los fines de comprar nuestro ticket de tren hacia nuestro último destino. La verdad que esta estación es completamente distinta a cualquier otra que hayamos visitado. Hay una especia de pequeña selva, con una laguna y una cantidad indeterminable de tortugas, pájaros volando por ahí y una sensación de tranquilidad dificil de describir. Ahora entiendo por qué sabina se bajaba en Atocha.


Dato aparte, y tip para viajero es el lugar "100 Montaditos". Una especie de McDonald's local, no por su comida, sino por la cantidad que hay en toda la ciudad (y en Barcelona tmb). Este lugar además de ser muy barato y de tener promociones casi todos los días de la semana, tiene montaditos riquisimos (montadito: especie de sanguchito, con cualquier tipo de ingrediente adentro, y cuando digo cualquier me refiero desde tortilla de papa, jamón serrano y hasta chocolate blanco).
En uno de estos lugares tuve la oportunidad de conocer a un viejo amigo, asi es, eramos amigos pero no nos conocíamos. Habíamos trabajado juntos, yo en Argentina, el en España, pero por su personalidad y energía terminamos siendo amigos por telefono, luego Facebook, y por ultimo unas tapas y cerveza en Madrid. Asi que pude conocer a mi amigo Dani, otro de los buenos momentos en esta ciudad. También se lleva mención especial "El Museo del Jamón" otra de las cadenas buenas, bonitas y baratas de Madrid.


Y con unos kilos de más, pero con el corazón contento, nos subimos al "Ave", en dirección a Tarragona a unos 300 km/h y hacer base allí, para luego conocer Barcelona.